Querida Susana Olalla:

    Somos Álvaro, Gala y el pequeño Darío, y te escribimos esta carta para agradecerte lo que has hecho por nosotros y para que sepas que estarás siempre en nuestros corazones.

    Nuestro parto fue muy lindo gracias a la ayuda que nos brindaste desde el primer momento en que nos pusimos en contacto contigo y pusiste todo tu empeño en ayudarnos sin animo de lucro y sin recibir nada a cambio. Si llegamos a saber que existías hubiéramos buscado tu ayuda mucho antes y no dos semanas antes del parto del pequeño Dario.

    Aún recordamos el día en que te llamamos por primera vez pensando que al otro lado del teléfono nos recibiría alguien que nos contaría un cuento aprendido. La verdad es que esta sociedad nos hace pensar que todo el mundo hace algo por dinero pero contigo ha sido muy diferente y nada más oír tu voz dulce nos dimos cuenta de que eres una gran persona a la que le encanta trasmitir sus conocimiento y ayudar al prójimo. La verdad es que pensamos que debería haber una doula para cada mujer embarazada de este mundo porque en realidad la mujer que va a parir va con miedo, y lo que tiene es que estar alegre y ser consciente de lo que va a a hacer, traer a su precioso bebé. Eso es lo que tu nos enseñaste, a no tener miedo.

    Cuando fuimos a verte mi marido me iba diciendo que le íbamos a hacer perder el tiempo y que tenia que trabajar, que no me fiara de lo que me ibas a contar...... pero le cambio su opinión y ahora cuando habla con la gente de nuestro parto siempre comenta lo que le ayudaste y que le habría gustado que estuvieras con nosotros en el hospital. Pero bueno, como al final no pudiste acompañarnos en persona y lo hiciste con tu corazón.

    El día 21 de Noviembre, estaba de 41 semanas más 1 día y era Domingo, nos levantamos Álvaro y yo, fuimos a caminar durante toda la mañana y también después de comer. Cuando llegamos a casa a las 5:30 me fui a ducharme y cuando estaba merendando rompí aguas, miré y el liquido no era transparente, así que dejamos todo en medio y nos fuimos al hospital. Mi idea era ir al hospital solo en el expulsivo y aunque era primeriza me hubiera gustado tener a mi bebé en casa, pero a menudo cambian nuestros planes. Seguro que recordarás que te llamé para decirte que iba de camino al hospital y seguro que me notaste nerviosa, pero la verdad es que iba tranquila pensando en que ya iba a tener a mi bebé en mis brazos. Cuando llegamos al hospital de Antequera nos recibió un matrón llamado Pablo Luis Martín que en todo momento me respetó y me animó en mi deseo de dar a luz de forma natural. Fuimos a la sala de dilatación y a las 8 me tuvo que poner oxitocina porque el líquido era oscuro y el bebé no podía esperar a que yo dilatara por mi misma, debía salir rápido. Llegué con el 60 % del cuello borrado pero sin dilatación y sin contracciones fuertes. Le expliqué que no quería nada pero me dijo que era arriesgado por el bebé, y entonces accedí.

    Mi hijo nació a las 2: 53 horas del día 22, mi trabajo de parto duró casi 7 horas, para mí fue una horita corta como suelen decir porque se pasó el tiempo volando. Pablo venía a cada rato porque no había nadie mas de parto en aquel momento y me dijo que ojalá todas las embarazada fueran como yo porque no me tuvo que decir en ningún momento lo que debía hacer. Miraba lo que dilataba cada 2 horas y a mi me parecía que pasaban minutos. Para mi ha sido una experiencia alucinante y no pensé en ningún momento en ponerme la epidural ni nada similar. Pusimos música relajante en la habitación y yo dilaté en una pelota de parto, además Álvaro me hizo masajes en los pies y la espalda como le indicaste. El expulsivo lo hice en la silla de partos y no recuerdo que fuera tan doloroso como para pensar en morirme, como me decía la gente. La verdad es que después del expulsivo me tuve que poner en el potro para el alumbramiento y para que cosieran mi desgarro y después de eso entiendo porque hay tantas cesáreas y tantos problemas en los partos. Después mi niño estuvo desde que nació junto a mi y no he tenido ningún problema con la lactancia materna, de hecho Dario tiene un mes ha engordado un kilo desde que nació.

    En fin,queremos agradecerte tu dedicación, que gracias a tus consejos, tu mensajes de consuelo y tus correos electrónicos yo saque fuerzas y confianza para tener un parto “casi” natural. Que mi marido estuvo al lado mio gracias a tu animo y se llenó de paciencia con tus consejos e hizo todo lo que le dijiste, y le funcionó. La música que nos enviaste por correo electrónico ayudó al bebé a estar tranquilo en el parto y ahora le encanta, es escucharla y dormir plácidamente, incluso ríe cuando la oye. Comentarte que el libro de Consuelo Ruiz Velez Frías fue lo que me ayudó en mi respiración y que gracias a que me lo hiciste llegar yo supe como debía responder a cada contracción. En las clases de maternidad de mi centro de salud no me explicaron nada de eso y la verdad es que creo profundamente que no nos quieren informar de ello porque creen que no vale de nada, y es que en los hospitales por comodidad no te cuentan ni te informan de como tener un parto
natural.

    Susana, gracias por tu ayuda y tu comprensión, y que sepas que animaremos a cada embarazada que conozcamos a que se ponga en contacto con alguna doula, que tenemos que luchar por cambiar esa forma de dar a luz de manera medicalizada, que al final las clases de maternidad tendrán como finalidad que la embarazada de a luz de forma conciente y feliz.

    Ojalé te hubiéramos conocido antes.

    Te queremos Susana.

    No cambies nunca.

Gala, Álvaro y Darío. 24 de Diciembre de 2010