Tal y como me pediste voy a intentar resumir en palabras lo que sólo se puede expresar con el corazón.
El Día que conocí a Susana me pareció una persona llena de amor, entregada a su "trabajo" y a la labor que está haciendo para con las embarazadas.
Tanto fue su interés y entrega que incluso la duda de que fuese ella la escogida para apoyar a nuestro hijo Aryan al mundo se implantó en nuestras mentes contaminadas y llegamos a pensar que podría ser una máscara para conseguir sus objetivos.
A esto se le sumó la desconfianza de mis padres no sólo de parir en casa, sino también de la persona encargada de hacerlo.
Sin embargo, poco a poco, esta mujer fue ganándose nuestra confianza, con su cariño y sus risas, poco a poco dejaron atrás la desconfianza para dar paso a la amistad.
Así, con cada encuentro que teníamos nos acercábamos más y ganábamos terreno para conseguir esa unión con la persona que te va acompañar en ese DIA tan especial.
En todo momento se mostró dispuesta a ofrecernos su tiempo y ayuda, y aunque nos parecía que esas reuniones con ella no nos estaban aportando nada al final nos dimos cuenta que lejos de alcanzar los objetivos o metas que nosotros habíamos puesto, de forma equivocada, estos encuentros eran simplemente una manera de conocernos, de conectar entre nosotros.
Con esto lo que quiero decir es que nos hicimos una idea equivocada de su labor, mal interpretamos su trabajo y por eso pienso, esperábamos cosas que nunca llegaron pero obtuvimos otras muy importantes para poder compenetrarnos en el momento del parto.De igual modo nos hablaba continuamente de partos apoyados o no por ella que nos servían para darnos cuenta de que cada uno de ellos era totalmente diferente al otro.
Mi error fue pensar en la teoría más que en los sentimientos, quizás influenciada un poco por las lecturas de tantos libros y artículos de parto natural, parir sin dolor y cosas similares. No debemos olvidar que cada uno somos diferentes, que cada embarazo y cada parto es diferente, y que no existe una ley que llevar a rajatabla, todo consiste más bien en escucharse y dejarse llevar.
El DIA que me puse de parto agradecí mucho la tranquilidad con la que recibió mi llamada y la rapidez con la que llegó a casa para darme su apoyo. Su actitud siempre de respeto, y en mi caso, de acompañamiento a distancia, que es lo que necesitaba en ese momento, fueron de gran ayuda, ella sabe como estar presente sin molestar, y digo sin molestar porque cierto es que la observación no es muy bien recibida en el momento de dar a luz, al menos ese fue mi caso, y ella sabía como estar allí sin que te dieras casi ni cuenta, sin embargo su presencia era al mismo tiempo tranquilizadora. Pero si tengo que destacar algo durante todo el proceso fue esa tranquilidad que me trasmitía, solo incluso con sus miradas y sonrisas, porque durante el parto surgieron un par de problemillas que el matrón tuvo que solucionar interviniendo y que a mi me hubiese gustado evitar, porque quería que el
parto fuese lo menos intervenido posible, así que siempre preguntaba al matrón si era realmente necesario hacerlo, y tras su respuesta buscaba la mirada de Susana quien con un gesto me lo confirmaba, sólo así me quedaba conforme, creo en parte, porque con ella existía esa relación de confianza y complicidad inexistente con Andrés. Sin embargo, al final, y recordándolo todo después de haberlo pasado, la experiencia fue muy positiva, no como esperaba, pero increíble la mires como la mires.
La llegada de mis padres fue recibida por Susana con el mismo cariño con el que nos trataba a nosotros, llegaron muy emocionados, y ella los recibió con un abrazo y palabras tranquilizadoras.
De igual modo, su comportamiento posterior fue de mucho agradecer, ya que en esos momentos no estás para ponerte a recoger y organizar nada, así que ella se encargó de limpiar y dejarlo todo perfecto, de estar hasta el último momento por si necesitamos algo. Y esa siguió siendo su actitud después, se ofreció para cualquier cosa que necesitásemos de ella, incluso en una de sus visitas poco después del parto, nos preparó la comida que a mi pareja y a mí no nos había dado tiempo de hacer.
Igualmente nos preguntó cuales habían sido nuestras impresiones y como habíamos vivido ese momento dándonos también ella su punto de vista sobre las cosas.
Hoy por hoy espero poder seguir manteniendo tu contacto, para nosotros has sido una persona muy especial sobre todo por el cariño que nos has dado y porque al habernos acompañado en ese momento tan especial se ha creado una conexión especial con todos, sobre todo con Aryan. Sentimos que en parte eres esa "tercera abuela" a la que visitaremos de vez en cuando y tendremos siempre presente.
Para terminar me gustaría destacar el papel de las doulas en general, esas mujeres que nos acompañan, nos dan apoyo y consejos, y de igual modo me gustaría hacer un llamamiento para que parir en casa sea un derecho y se opte por poder elegirlo como una opción más sin tener que ser de forma privada, porque o dispones del dinero, o pares sola si es que no lo tienes y quieres un parto natural en casa. Espero que en un futuro no muy lejano existan matronas, que junto a las doulas, estén dispuestas a llevar a cabo partos naturales y estos sean realizados de forma total o casi gratuitamente.
Agradezco en este punto la consideración por parte de Susana para el pago del mismo, no sólo por la cantidad requerida, insignificante para todo el trabajo y los desplazamientos, sino por el modo de pago, pues tal y como nos dijo, "como podamos".
Espero que te sirvan de algo mis palabras, y si necesitas algo más no dudes en pedírmelo, que yo haré lo que pueda, muchas gracias de los tres por todo, espero que cada vez más madres se den cuentan de los beneficios de un parto natural y requieran de tu compañía, se despide esta pequeña familia mandándote mil besos, hasta pronto.
Brenia y flia